A Rapa das Bestas de Sabucedo

El primer fin de semana de Julio (Sabado-Domingo-Lunes) se celebra en Sabucedo (A Estrada- Pontevedra) una fiesta popular centenaria, A Rapa das Bestas, donde se recogen los caballos del monte, se meten en el curro, se rapan y se marcan.

Festa da Arribada

Cientos de personas acuden todos los años a Sabucedo, donde se celebra una de las fiestas más milenarias de Galicia, A Rapa das Bestas. Se trata de un curro donde los hombres y mujeres de la localidad (y visitantes) trabajan para bajar los caballos que pastan en estado semisalvaje de los montes. Se guían hasta el curro, donde empezarán a raparse, es decir, cortarles las crines y se marcarán. antes el marcaje se hacía a fuego, pero actualmente se hace con microchips, al igual que a las mascotas de cualquier lugar.

Decir que actualmente existen 14 manadas con más de 600 ejemplares en total. Los términos que se usan para nombrar machos y hembras son «Bestas» a las yeguas y «garañones» a los machos.

La fiesta realmente comienza el viernes, pero no se bajan los caballos hasta el sábado, que es cuando se inicia la «rapa» en sí mismo… Siempre se celebra el primer fin de semana de Julio, durante tres días (Sábado, Domingo y Lunes).

El sábado por la mañana, al alba, salen ya las primeras personas, unas a pie, otras a caballo, a buscar y juntar en el monte a las manadas de caballos. Es una tarea que parece muy difícil, ya que la extensión suele ser de 200 km², pero la experiencia de la gente y el seguimiento en días anteriores, hacen relativamente fácil la localización de las manadas. Nada más juntarlas, empieza la tarea de guiarlas y bajarlas hacia el pueblo, donde cientos de vecinos y visitantes aplauden la llegada de tan impresionante comitiva.

Esa misma tarde, se empiezan con los curros. Primero se separan los potros y los ejemplares más jóvenes, tarea que le toca a los más jóvenes del pueblo, para que así vayan tomando contacto con la rapa. Es destacable (y único a diferencia de otras Rapas o curros) que en Sabucedo no se utilizan cuerdas, palos o aparatos para reducir al animal. Los «aloitadores» usan la fuerza y destreza, así como su experiencia, para sujetar al caballo. Mientras estos lo tienen sujeto, otros comienzan a raparlos (corte de crines). Nada más acabar, los animales son devueltos a su estado semisalvaje, sin daños aparentes salvo el susto de estos salvajes animales. Los que si suelen tener daños leves son las gentes y aloitadores que participan, aunque son muy pocos los casos que pasan de una simple magulladura o moratón.

Decir asimismo que es una Fiesta Interés Turístico Internacional, y alrededor del curro se habilitan gradas y espacios para que los visitantes, previo pago, puedan asistir a tan bello espectáculo. Existe zona de acampada, y varios aparcamientos, algunos de pago privados, que son fincas habilitadas para ello.

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